Las tácticas romanas de infantería hacen referencia a la colocación, formaciones y maniobras teóricas e históricas de la infanteria romana desde los comienzos de la republica hasta la caída del imperio romano de occidente. El artículo comienza con una visión general del entrenamiento romano. También se analiza el desempeño de la infantería romana contra distintos enemigos, y culmina con un resumen de aquello que convirtió a las tácticas y estrategia romanas en efectivas a lo largo de su historia, al igual que un debate en torno a cómo y por qué esta efectividad finalmente desapareció.
Este artículo se centra principalmente en tácticas romanas: cómo se preparaban para la batalla, y cómo evolucionaron para enfrentarse a una variedad de enemigos a lo largo del tiempo. No intenta una cobertura detallada de temas como pueden ser la estructura o equipación del ejército romano. En el artículo se exponen diferentes batallas que ilustran los métodos utilizados por los romanos, con enlaces a sus artículos principales. Para conocer el trasfondo de la infantería romana con mayor precisión, ver . Para un estudio cronológico de las campañas militares de Roma, ver historia de las campañas romanas. Para detalles sobre el equipamiento, vida diaria y legiones específicas ver legion romana y euipo personal en el ejercito romano.
Evolución de las tácticas y estrategia romanas
Las tácticas militares y estrategia de la infantería evolucionaron desde lo que se puede esperar de un pequeño poder tribal que buscaba la hegemonía local, hasta operaciones masivas coordinadas a lo largo de un Imperio mundial. Este avance se vio afectado por cambios troncales en la vida política, social y económica romana, y del mundo mediterráneo en general, pero también se encontraba apuntalado por una "forma romana" característica de hacer la guerra. Esta aproximación incluía una tendencia hacia la estandarización y sistematización del ejército, aprendizaje y copia de tácticas extranjeras, flexibilidad en tácticas y métodos, un férreo sentido de la disciplina, una tenaz persistencia que buscaba la obtención de la victoria en toda su extensión, y la cohesión que les confería el ideal sobre la ciudadanía romana respaldando sus actividades, personificada en la legión.[1]
Estas características se desvanecieron con el tiempo, pero forman una base distintiva sobre la que se construyó el ascenso de Roma a potencia mundial.
Algunas fases clave de esta evolución en la historia militar romana incluyen:[2]
- Fuerzas militares basadas principalmente en infantería pesada de ciudadanos con inicios tribales y uso temprano de elementos estilo falange (ver establecimiento militar del reino romano).
- Sofisticación creciente a medida que la hegemonía romana se expande fuera de Italia hacia el Norte de África, Grecia y Oriente Medio (ver establecimiento militar de la república romana).
- Refinamiento, estandarización y mayor eficiencia continuados en el periodo asociado con Cayo Mario, incluyendo una base más amplia de incorporación de ciudadanos en el ejército, mayor profesionalidad y tiempo de permanencia en el servicio militar.
- Expansión, flexibilidad y sofisticación continua desde el final de la República hasta los tiempos de los césares (ver establecimiento militar del Imperio romano).
- Creciente barbarización, trastornos y debilitamiento en las unidades de infantería pesada a favor de la caballería y tropas más ligeras (ver foederati).
- Caída del Imperio romano de Occidente y fragmentación en pequeñas y débiles fuerzas locales, inversión del estatus de la caballería e infantería en el Imperio romano de Oriente, con fuerzas de catafractos conformando la élite, y la infantería quedando relegada a tropas auxiliares.
Entrenamiento, armas y equipo - Visión general
Con el tiempo, variaron los roles y equipamiento asociados al sistema militar, pero a lo largo de la historia romana, siempre se mantuvo como una máquina de guerra disciplinada y profesional. Los soldados se entrenaban como en cualquier otro ejército desde el reclutamiento inicial, haciendo instrucción sobre armas y armaduras, marcha en formación y ejercicios tácticos. El régimen normal de entrenamiento consistía en gimnasia y natación, para mantener a los soldados en forma, lucha con armatura (armas de madera) para aprender y perfeccionar técnicas de combate, y largas marchas con equipamiento completo para fortalecer el aguante, fondo y acostumbrar a los soldados a la dureza de una campaña, que solían ser de 30 Km y repetirse al menos dos veces en el mes.[3]
Los ejercicios de entrenamiento de combate consistían en atacar con un gladius de madera a un maniquí, también de madera, portando armadura completa. También combatían entre ellos con esas mismas armas. Los legionarios eran entrenados especialmente para lanzar estocadas desde el resguardo de sus grandes escudos (scutums) ya que eran conscientes de que una simple herida de 3 o 4 cm de profundidad podía causar la muerte; por eso enfatizaban las técnicas de apuñalamiento rápido en áreas vitales o entre los huecos de la armadura. En la columna de Trajano en Roma, se pueden ver imágenes de la época de soldados romanos combatiendo y les muestran con el pie izquierdo y el escudo adelantados, mientras el pie derecho se mantenía apoyado atrás y girado en ángulo recto hacia fuera. Esto indica un estilo de lucha parecido al boxeo, donde el escudo es utilizado para empujar y bloquear al enemigo mientras la espada, en la mano derecha, es utilizada para descargar el golpe de gracia. Otros ejercicios de entrenamiento enseñaban al legionario a arrojar los pila, obedecer órdenes y adoptar formaciones de combate.[4]
Un legionario portaba por regla general unos 27 kilos, entre armadura, armas y equipo de campaña diverso. En el soldado de la Tardorrepublica y del Bajo Imperio, la carga consistía en la armadura, si bien la lorica segmentata (armadura de placas) tenía un peso mayor que la lorica hamata (cota de malla), la espada, un escudo, dos pila (uno más ligero y otro más pesado), el pugio o daga y raciones de campaña para quince días. También llevaban herramientas para cavar y construir un castra, o campamento fortificado base de la legión.
Cuando finalizaba el entrenamiento, los legionarios debían realizar un juramento de lealtad al SPQR (Senatus Populus Que Romanus, el Senado y el pueblo romano) en época de la república, o bien al emperador en tiempos del Imperio. Cada soldado recibía un diploma y era enviado a combatir por su vida, la gloria y el honor de Roma.[4]
Operaciones y tácticas - teoría
[editar] Autoridad, control y estructura
Una vez el soldado había terminado su entrenamiento, era generalmente asignado a una legión, la unidad de combate masiva básica. La Legión se subdividía en diez unidades llamadas cohortes, a grandes rasgos comparables con un batallón de infantería moderno. Las cohortes, por su lado, se dividían en tres manípulos, que a su vez estaban formadas por dos centurias de entre 60-100 hombres cada una. La fuerza total de la legión al completo era de 60 centurias (6000 hombres). La primera cohorte de una legión era generalmente la unidad de élite, que portaba el mejor equipo y los soldados más veteranos y hábiles. Varias legiones unidas daban lugar a una fuerza de campo distintiva, un "ejército".[4]
El mando supremo de cada legión o ejército era ejercido por un cónsul, procónsul o pretor. En casos de emergencia en la época republicana, también podía tomar el mando del mismo un dictador. Un pretor o propretor sólo podía comandar una única legión, y nunca un ejército consular, que normalmente consistía en dos legiones romanas y una cantidad pareja de tropas aliadas. En el periodo republicano temprano, era rutinario en un ejército la doble autoridad, con dos cónsules que se alternaban diariamente en el mando. En siglos posteriores esto se vio modificado en beneficio de un único comandante en jefe del ejército. Los legados eran oficiales de rango senatorial que asistían al comandante supremo. Los tribunos eran por regla general jóvenes aristócratas que supervisaban tareas administrativas como la construcción de campamentos. Los centuriones (equivalentes a grandes rasgos a un suboficial de la actualidad, pero que actuaban como capitanes modernos en operaciones de campo) dirigían cohortes, manípulos y centurias. En ocasiones eran utilizados cuerpos especiales de operaciones como ingenieros y armeros.[5]
Marcha de aproximación
una vez la legión se hallaba en campaña, comenzaba la marcha. En general, el orden de marcha dependía mucho del tipo de resistencia que el comandante de la tropa pensara encontrar en el camino, variando desde el orden habitual que, por ejemplo, nos describe Josefo en sus "Guerras Judías" hasta la formación de un "orbis", una formación especial en el que la legión se dividía en sus respectivas centurias que formaban un cuadro (ver diagrama adjunto;) En un caso de peligrosidad media, la aproximación al campo de batalla se llevaba a cabo en formación de varias columnas, que incrementaban la maniobrabilidad. Normalmente, un cuerpo de vanguardia bien armado precedía al cuerpo principal. Este cuerpo incluía exploradores, caballería y tropas ligeras. Un tribuno u otro oficial acompañaban frecuentemente a esta vanguardia para batir el terreno y buscar posibles lugares donde establecer un campamento. También se desplegaban unidades de flanqueo y reconocimiento que servían de cobertura. Tras la vanguardia venía el cuerpo principal de infantería pesada. Cada legión marchaba como una formación compacta, acompañada de su propio tren de suministros. La última legión normalmente actuaba de retaguardia, aunque las unidades más recientes del ejército podían ocupar este escalón final.
"www.wikipedia.com"
se trata de analizar su desempeño de las fuerzas romanas, tambien se habla y se analiza a sus enemigos, tambien deci desde el comienzo de las fuerzas romanas desde que existieron hasta la caida del imperio del occidente como atacaban a sus enemigos sus tacticas.
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